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jueves, 2 de mayo de 2013

MANIFIESTO EN CAUDÉ


MANIFIESTO EN RECUERDO  DE LA REPÚBLICA Y QUIENES LUCHARON
Y DIERON SU VIDA POR ELLA
            Un año más nos reunimos para recordar a quienes, defendiendo la legalidad de la II República , fueron asesinados por el franquismo. Nunca podremos olvidar que en el verano de 1.936 miles de españoles que consiguieron construir el sistema más democrático, justo y libre que haya tenido jamás España se aprestaron a defenderlo ante  la brutal agresión  de que fue objeto por el levantamiento militar del general Franco con el apoyo de las fuerzas conservadoras y reaccionarias de aquella época.
            Somos conscientes de que la poca o mucha democracia de la que ahora disfrutamos se la debemos a quienes en siglos pasados lucharon por una sociedad más justa, igualitaria y libre; singularmente, al movimiento obrero en los siglos XIX y XX, a los republicanos y republicanas progresistas que en la década de los años 30 del siglo pasado hicieron posible el advenimiento de la II República Española  y a quienes, en la larga noche del franquismo, lucharon por los derechos de los trabajadores y sus familias y por la recuperación de la democracia.

Consecuentemente y en actitud de compromiso con quienes nos precedieron en la lucha, ahora que tan amenazada está la democracia, debemos ser conscientes del momento histórico que nos toca vivir para elaborar las acciones política, sindical y social más acordes con las necesidades de las clases populares.
Sin obviar las necesarias referencias a la recuperación de la memoria, la difícil situación socioeconómica y política presente hace que debamos fijarnos en las estrategias a seguir desde la izquierda para afrontar la defensa de los derechos hasta ahora conquistados, pero que empiezan a perderse  a marchas forzadas.
 Sabemos, sólo por poner algunos ejemplos, que desde que comenzó la crisis económica en 2.007 las diferencias de renta y riqueza entre las clases altas y las clases populares se ha agrandado mucho, debido, sobre todo, al desempleo; que se pierden o merman servicios educativos, sanitarios y  sociales esenciales; que la juventud  no tiene futuro o lo tiene muy difícil.

Urge la unidad de acción de la izquierda, mediante una coalición electoral, frente cívico, etc. para detener las políticas neoliberales que tanto daño están haciendo a la sociedad y conservar y mejorar el estado del bienestar existente, para llevar a cabo una reforma adecuada de las instituciones del Estado, para establecer un sistema fiscal más justo y progresivo, para mejorar la gestión pública y asegurar su transparencia, para combatir la corrupción y el fraude fiscal, para reformar la ley electoral  de modo que el reparto de escaños  sea más proporcional, para regenerar la democracia procurando que esta sea más participativa y directa, para analizar si procede  un nuevo proceso constituyente, superador de la Transición, con consulta a la ciudadanía sobre el modelo de Estado y, en fin , para homenajear a aquellos españoles y españolas que en febrero de 1.936 fueron capaces de  unirse apostando por una España más avanzada y progresista.

En lo sindical, ante la pérdida de derechos sociolaborales a causa de las sucesivas reformas laborales, también es deseable la unidad de acción, dejando al margen los protagonismos. Quizás es  momento de pasar página a los reproches por comportamientos pasados para centrarse en las estrategias sindicales necesarias en el presente, para determinar cómo interesar a la juventud en el movimiento sindical  y conseguir una afiliación masiva y para revisar la historia del movimiento obrero buscando formas de acción sindical pasadas que, actualizadas, podrían servir para la defensa de los derechos conquistados.
En el ámbito social lo más urgente es la solidaridad con quienes más están sufriendo las consecuencias de la crisis económica, singularmente con aquellas familias con escasez de ingresos debido al desempleo y con aquellas otras familias que, endeudadas de buena fe en épocas pasadas para conseguir su primera vivienda, ahora no pueden devolver sus préstamos, También debería ejercerse esa solidaridad con prestaciones por  desempleo suficientes y la fijación de un salario social de inserción universal, ligado a determinadas condiciones y del que podrían beneficiarse los jóvenes. En esta situación de emergencia nacional debería explotarse a fondo el artículo 128 de nuestra Constitución que supedita toda la riqueza nacional al interés general.

Para la recuperación de la memoria histórica  consideramos  necesario:
- Que las administraciones públicas restablezcan los programas de subvenciones a las asociaciones para este cometido y para  la recuperación de fosas.
- La realización de programas formativos, alejados del revisionismo histórico, con los que los jóvenes puedan conocer verazmente lo ocurrido en la II República, la Guerra Civil y la época de la represión franquista.

- La mejora  de la Ley 52/2007 de la Memoria Histórica incluyendo en ella el principio de justicia universal, en aplicación de la legislación penal internacional, y  la declaración de nulidad e ilegitimidad de todas las sentencias y resoluciones judiciales o administrativas dictadas por motivos políticos, ideológicos o de creencia por los tribunales u órganos penales o administrativos durante la dictadura franquista.
- Exigir memoria, reparación y justicia para las víctimas del franquismo en cuantos foros internacionales, judiciales o no,  sea posible.
- El apoyo a Baltasar Garzón por su intervención como juez en el Sumario 53/2008 investigando los crímenes del franquismo y posteriormente inhabilitado por el Tribunal Supremo.

¡ POR LA III REPÚBLICA ¡.   ¡LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN!
Pablo Jorge Pinazo y
José María Martínez Marco
Fotografías : Javier García

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