Ayer quedaron inauguradas en Teruel las jornadas/curso de
Historia organizado por CGT y CNT en colaboración con la Universidad de
Zaragoza. Curso para las personas inscritas que deseen convalidar los créditos
de formación y jornadas para aquellas otras que asisten libremente porque
recordamos que la asistencia es libre y gratuita hasta completar aforo.
Como recoge la prensa (adjuntamos imagen del Diario de
Teruel) en la tarde de ayer el salón de actos de la facultad de Bellas Artes
presentaba un aspecto magnífico con muy pocas butacas libres. Profesoras,
sindicalistas, divulgadores culturales, jóvenes y mayores, turolenses y vecinos
de otros pueblos de la provincia se reunieron para asistir a esta charla
inaugural que nos ha reunido con motivo de la conmemoración del 80 aniversario
de la batalla de Teruel.
Resultaba evidente que las dos organizaciones
anarcosindicalistas herederas de uno de los sujetos principales del conflicto
bélico, a saber, la CNT, debíamos aportar nuestro particular visión del suceso.
De manera humilde pero decidida, como el más grande de los robles que nace de
la bellota más pequeña.
Una visión particular porque a lo largo de estos meses ya se
va hablar mucho y bien de historia militar en nuestra ciudad. Por eso, por
paradójico que resulte, en las jornadas no vamos a hablar del frente de
Teruel. Quisimos que dicha efeméride
fuera un pretexto sobre el que pivotar una serie de conferencias en torno a
cuestiones que pasaron al rededor del conflicto bélico en el que se inscribe la
batalla.
Ayer comenzamos con ese sueño igualitario, libertario, al que
tanto temían los sectores conservadores del país y que no dudaron en destruir
por medio de la peor de las pesadillas: la guerra. Nos estamos refiriendo a ese
ideal, con sus luces y sombras, que constituyó el Consejo de Aragón y el proceso
de colectivizaciones, en definitiva, el proyecto de revolución social.
José Luis Ledesma, profesor de la Universidad Autónoma de
Madrid, dio una brillante charla bajo el nunca inocente título de “gobernar la
revolución” donde destacó la excepcionalidad histórica a nivel mundial que
supuso el Consejo de Aragón por la creación de unas estructuras de gobierno
construidas por anarquistas, por contradictorio que resulte dicho proceso.
Dicha excepcionalidad no se entiende sin el propio contexto bélico, el
desmoronamiento de las estructuras estatales republicanas y el estancamiento
del frente que llevó en palabras del propio Durruti y de la mayor parte de la
prensa libertaria a la necesidad de mejorar la gestión de la retaguardia ante
un conflicto que se iba a prolongar en el tiempo.
También señaló el autor como la mayoría de la
historiografía, tanto conservadora como también progresista, tildó al Consejo
de manera muy peyorativa. Las propias memorias de Azaña resultan significativas.
Una “leyenda negra” generada por la tensión que generó la existencia de esta
estructura paralela a la estatal entre las propias filas republicanas. De ahí
que sea significativo que la experiencia tan solo durara 10 meses y fuera
derrocada desde el propio bando antifascista con la entrada de las tropas de
Lister. Por ello mismo, es necesario una relectura del Consejo de Aragón, sin
caer en idealizaciones pues también fueron muchas sus sombras y carencias pero
destacando por ejemplo como desde el momento de su conformación las ejecuciones
extrajudiciales tan numerosas durante los primeros meses del terror caliente
y tan instrumentalizadas en el presente
por el revisionismo histórico, se redujeron radicalmente. Todo ello contando
con la precariedad de medios en el marco de una guerra total que requería la
totalidad de los recursos.
Si el apartado gráfico que acompañó la exposición de José
Luis Ledesma resultó muy interesante, más lo fue si cabe la conferencia
impartida por Javier Díaz Soro, del centro de estudios masinos, pues giró toda
ella en torno a una fotografía recuperada casualmente hace menos de un año
donde aparecen los libertarios de la localidad en el año 33 mostrando los
periódicos que leían y cuyas cabeceras resultan elocuentes: Tierra y libertad,
El libertario, Solidaridad Obrera, etc. Precisamente la charla, repleta de
erudición, mostró la relevancia de las escuelas racionalistas en la
conformación de la Idea libertaria en el Aragón rural, en un marco educativo
muy precario y monopolizado por la Iglesia.
Posteriormente se abrió un torno de palabras y se estableció
un interesante debate donde por ejemplo se planteó la hipótesis de que la
reacción de las fuerzas conservadoras no sólo respondiera a la acción
reformista republicana (laicismo, reforma agraria, etc.) sino también a la
eclosión en todo el territorio nacional de multitud de formas organizativas
sociales autónomas que iban impregnadas en mayor o menor medida de la
aspiración última de la revolución social.
Las charlas fueron grabadas y estamos trabajando para poder
subir a la red el podcast de las mismas facilitando así su consulta a todos los
interesados.
Recordamos que hoy la sesión a cargo de Luis Palacios
bajo el título “Al servicio del III Reich. Aragoneses en la división azul”
tendrá lugar a las 19:00 en el Salón de Actos del Vicerrectorado del Campus
Universitario de Teruel. Entrada libre hasta completar aforo.
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