Alba del Campo mantiene la panadería y la escuela gracias a una familia

DIARIO DE TERUEL Alba del Campo mantiene la panadería y la escuela gracias a una familia

La sevillana, Irene Rodríguez, aprendió el oficio del panadero que se jubilaba Alba del Campo mantiene la panadería y la escuela gracias a la llegada de una familia andaluza. El Ayuntamiento ofreció la panadería municipal y vivienda municipal con bajo alquiler si se instalaba una familia con hijos. REDACCIÓN/ Teruel 22/12/2014 Alba del Campo mantiene la panadería y la escuela gracias a la llegada de una familia andaluza. El Ayuntamiento ofreció la panadería municipal y vivienda municipal con bajo alquiler si se instalaba una familia con hijos. La sevillana y auxiliar en enfermería en paro, Irene Rodríguez, aceptó el reto y aprendió el oficio de panadera del panadero que se jubilaba. Hoy confiesa que está satisfecha del paso que ha dado. Además de pan elabora también repostería. Irene Rodríguez Colombo, 35 años, auxiliar de enfermería y con dos hijos de 11 y 14 años, residía la pasada primavera en Santa Eulalia del Campo cuando se enteró que el Ayuntamiento de Alba del Campo ofrecía trabajo y vivienda a una familia con niños en edad escolar con el fin de mantener la escuela y la panadería municipal. "Estábamos en el paro mi marido y yo y nos interesó. Llamamos a un cuñado mío que estaba en Sevilla en el paro y que es panadero, pero al final solo he quedado yo, por lo que el panadero de Alba, Antonio, que se jubilaba, me enseñó el oficio durante tres semanas en junio". La nueva panadera de Alba del Campo confesó que le resultó difícil llevar la panadería en verano, que es cuando más personal hay en el pueblo y que hubo vecinos que se desplazaban a Santa Eulalia del Campo a comprar el pan, pero que en septiembre mejoró y los vecinos han vuelto a su panadería de Alba del Campo. En este punto, Irene agradeció el apoyo de Antonio en el manejo de la maquinaria cuando se produce alguna avería o se tienen que limpiar y de una amiga que le ayuda en la panadería. "Me ayudan en cuanto me hace falta. También en la leña, porque el horno es de leña", apuntó. Irene Rodríguez señaló que pese a que se tiene que levantar a las 4,30 horas para hacer el pan, madrugar no le parece muy duro ya que en su oficio de auxiliar de enfermería trabajó de noche. La panadería de Alba del Campo abre de 9 a 13 horas, de lunes a sábado y durante el verano de lunes a domingo, sin ningún día de descanso. Alba del Campo tiene un censo de 215 habitantes. Tras los pocos meses trascurridos, la panadera de Alba está contenta con el paso que dio, por su trabajo y porque también ella ha ayudado a mantener la escuela, que cuenta con 6 alumnos, uno de ellos su hijo. "El alquiler que se paga por la panadería municipal es bajo al igual que la vivienda, por lo que puedo vivir". Irene Rodríguez Colombo expuso que hace ahora unas 60 piezas al día entre barras y cañadas. "También hago repostería, españolas, magdalenas, torta finas, tortas. En verano el número de piezas sube a 220 y con todo ello puedo vivir. También he recibido ayudas de la Comarca Comunidad de Teruel que por ser autónoma me han dado 600 euros al estar en Alba del Campo, que es un municipio de menos de 300 habitantes". El alcalde de Alba del Campo, José Herrero, resaltó que tanto la escuela como la panadería están abiertas. "En la escuela hay 6 niños. Uno de los hijos de Irene va a la escuela, la hija estudia ya en el Instituto de Cella. Con la llegada de esta familia se ha mantenido tanto la panadería como la escuela". José Herrero destacó que por la llegada de familias de fuera se tiene también abierto el bar municipal. "El Ayuntamiento tiene cuatro viviendas municipales, que alquila a un bajo precio entre los 150 y los 250 euros para facilitar la llegada de estas familias. Tres de los que viven en las casas municipales trabajan en el pueblo y todos son españoles". Alba del Campo gracias a la llegada de una familia con hijos salvó la escuela hace unos años